Donde antes estaba un edificio de oficinas de los años 50 de los laboratorios Uriach colocamos 11 viviendas y un parking en planta baja. El ejercicio proyectual no destacó en ningún aspecto fuera del habitual para este tipo. Solar estrecho, viviendas pequeñas de 50 y 55m2 unas mirando a patio de manzana y las otras a calle, separadas por un patio de luces que fue también para ventilar la escalera. Las crujías existentes encajaron perfectamente con las dimensiones de las estancias y del patio de luces que necesitábamos, un problema menos. Tuvimos que afinar no obstante en el diseño y desarrollo de la escalera para obtener la superficie exigida para el patio de luces. Para ello tuvimos que hacer todos los peldaños compensados siguiendo la normativa específica. Forma singular el resultado de su aplicación.
Por lo demás el reto fue constructivo. Nos encontramos con un hormigón muy pobre en las estructuras que nos obligó a reforzar y ampliar la cimentación y encamisar los pilares de hormigón con perfiles metálicos estructurales para reforzarlos. El forjado existente era de viguetas cerámicas armadas in situ. Nos encontramos que su armado estaba muy oxidado y ya no cumplía con las exigencias de carga y de incendios, lo que nos llevó a hacer un forjado nuevo encima del existente, usando éste como encofrado perdido que luego cubriríamos con falsos techos de pladur.
Tuvimos que derribar la planta del sobreático existente y vaciar el edificio en su mitad para dar cabida al patio de luces que necesitábamos para ventilar la escalera y las habitaciones.
Una obra de la que aprendimos mucho y dio un aviso para navegantes para este tipo de proyectos, especialmente para los promotores inmobiliarios: no fiarse de lo que se ve a simple vista y hacer catas de todo!
